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El perdón

A veces, podemos sentir que es imposible perdonar a alguien que nos ha hecho daño. Nuestra incapacidad o falta de voluntad para perdonar a otros se refleja perfectamente en el proverbio "errar es humano, perdonar es divino". Los errores son fáciles de cometer, el perdón no es fácil, pero posible y necesario para darnos la oportunidad de avanzar con libertad tras un pasado doloroso. Si nos guardamos las emociones, no solo terminan desbordándose sino que además son una carga pesada. Igualmente, no se puede dejar de lado una experiencia dolorosa, es más, el hecho de intentar olvidar esa experiencia puede exacerbar su impacto. El cerebro humano no está hecho para olvidar el pasado.

El perdón es difícil. Cuando no estamos dispuestos o somos incapaces de perdonar a los demás, nos seguimos mortificando con ese evento doloroso. Al mortificarnos, seguimos viviendo en ese pasado, y el pasado consume el presente. En lugar de haber sido víctimas de un solo evento, mantenemos ese estado de víctima de una forma constante. En algunos casos, hay personas que viven en el pasado toda su vida. Desafortunadamente, en algún momento transferimos este dolor a otros, como pueden ser los hijos, y en algunos casos, incluso a los nietos. Este comportamiento es especialmente común en personas con personalidades obsesivas.

La incapacidad o falta de voluntad para perdonar a otros puede dañar aún más a la víctima. Numerosos estudios muestran que el resentimiento puede convertirse en ansiedad, depresión y tensión. Puede afectar la salud física. Puede afectar al corazón y a otros órganos vitales. Al no perdonar, nos condenamos a más daño por haber sido heridos.

Es especialmente difícil perdonar a otros cuando es evidente que la disculpa está desprovista de arrepentimiento, empatía o deseo de mejorar uno mismo y la situación que causó. Estas peticiones de perdón son vanas, ofensivas, y tan ruinosas como el acto dañino. El perdón es un proceso, no un reajuste instantáneo. Con pesar, empatía y deseo de mejorar, se demuestra que realmente uno desea ser perdonado.

Para que el perdón tenga lugar, el agresor necesita pedir perdón. Sin embargo, a veces, el agresor puede no ser consciente de cómo sus acciones son perjudiciales, por no hablar de la magnitud de los daños que sus acciones causan.

La respuesta lógica sería perdonar al agresor, pero claramente, esto no es tan simple. Si perdonamos y le ofrecemos al agresor la oportunidad de mejorar, es posible que el único resultado siga siendo el mismo, la misma situación. Esto es peligroso. El perdón no implica un reajuste emocional automático entre las partes involucradas. Los eventos negativos deben ser descompuestos a través de la comunicación y el esfuerzo, y esto conlleva tiempo.

Una vez que el individuo herido entiende que el perdón es necesario para vivir una vida más feliz, se necesitan entender varios factores:

- El perdón no justifica las acciones perjudiciales.
- Perdonar no significa permanecer en una relación con el que te lastimó.
- El perdón no es debilidad.
- El perdón no es auto-desprestigio.
- Perdonar no significa estar de acuerdo.
- El perdón no significa olvidar.

Entonces, ¿qué significa perdonar?

- Perdonar es comprender que la otra persona es un ser humano que, y que como todos los seres humanos, ha cometido un error.
- El perdón es reconocer que el pasado problemático de la otra persona puede haber llevado a que actúe erróneamente.
- Perdón es el deseo de que la otra persona descubra mejores maneras de resolver sus problemas personales.
- El perdón es la comprensión de que uno hizo lo que podía y que no podía evitarse, es decir, perdonarse a sí mismo.
- Perdonar es permitirse vivir en paz.
- El perdón es desearle al otro la paz.
- El perdón es distanciarse de aquellos que causan daño.

No podemos cambiar nuestro pasado. Al aferrarnos al pasado, nos condenamos a vivir experiencias dolorosas. Esto es auto-destructivo. A través del perdón, no sólo nos liberamos del dolor, sino que evitamos que nuestro dolor se propague en nuestras relaciones con otras personas.

El perdón es una de las acciones más difíciles pero necesarias que debemos realizar. En última instancia, sabemos que la gente comete errores. Algunos errores dañarán a otros, pero el dolor es una parte inherente de ser humano. Aunque cada persona es un ser individual, todo el mundo está viviendo la experiencia humana. Todos estamos tratando de descubrir el propósito, la pasión y el amor a través de nuestras interacciones con el entorno y las demás personas. En nuestros trayectos, a veces andamos por un camino equivocado. Nunca es tarde para rectificar. Vive en paz, vive tranquilo.