Páginas

Consejos para ser feliz

Ser feliz es un hábito que hay que ejercitar a diario hasta convertirlo en un estado mental.  

A continuación dispones de una serie de consejos para ser feliz, sin duda ayudarán a que tu satisfacción y tu calidad de vida aumenten, eso sí, hay que tenerlos muy presentes y sobretodo aprender a ponerlos en práctica todos los días: 
- Haz todo lo posible para cambiar la valoración de las cosas. Mira siempre el lado positivo. La mente te puede traicionar y llevarte a pensar en la negatividad y las dificultades. No dejes que eso ocurra. Mira el lado bueno y el aprendizaje de cada situación, por difícil e inconcebible que parezca de todas las situaciones aprendemos lecciones y cuanto más duras son, más marcada nos queda la lección, por lo tanto agradece esa oportunidad de vivir y aprovecha dicho aprendizaje. Si no es así, cuando se te presenten situaciones incómodas y difíciles, perderás el rumbo hacia tu felicidad.

- Existen soluciones, no problemas. Cuando se piensa en problemas uno se queda bloqueado, abstraido y sin saber qué hay que hacer. Lo mejor es darse un respiro, relajarse y pensar que absolutamente todo en la vida tiene solución y existe por algun motivo. No son problemas son desafios que se te han presentado porque dentro de ti está el potencial para superarlos y seguir adelante. No todo el mundo tiene los mismos “retos” porque cada persona tiene sus diferentes cosas que superar.

- Escucha música relajante que te haga sentir bien. Esto es un gran alimento para nutrir tus sentidos. Haz click aquí para ir a mi canal de YouTube donde puedes encontrar música de relajación para favorecer el equilibrio interior.

- Mira programas o películas divertidas, que te hagan reír. Llévate a ti mismo a un estado de alegría, diversión y buen rollo.

- Todos los días, dedica un poquito de tiempo a leer unas cuantas páginas de algún libro que te inspire o un artículo que llame tu curiosidad. Alimenta tu mente.

- Mima tus pensamientos. Cada vez que te sorprendas pensando en cosas negativas, comienza a pensar en cosas que te resulten agradables. Simplemente si te vienen esos pensamientos acéptalos déjalos pasar pero inmediatamente piensa en cosas agradables, no dejes que en tu mente se afinquen pensamientos negativos, en su lugar llena ese espacio inmediatamente con pensamientos positivos.

- Ten en cuenta lo que has logrado en lugar centrarte en lo que te falta. Algunas veces, puedes comenzar tu día con el deseo de alcanzar varios objetivos. Al final del día puede ser que te sientas frustrado e infeliz, porque no has conseguido hacer todo lo que has planeado. Valora lo que has logrado, no te focalices en lo que te falta. Puede ser que hayas logrado muchas cosas durante el día, y sin embargo por faltarte algunos pequeños detalles o algunas tareas que dejaste de hacer puedes decaer y no ver todo lo bueno que has edificado. Eso es muy injusto hacia ti mismo. Sé tolerante contigo mismo, siéntete feliz por lo que has hecho y piensa que dispones de mucho más tiempo por delante y que lo que te faltó por hacer tal vez fue debido a que no era el momento adecuado.

- Todos los días haz alguna cosa buena que realmente disfrutes. Date un gusto. Puede ser alguna cosa pequeña: cómprate un libro, come algo saludable que te guste, disfruta de tu programa favorito de televisión, ve a ver una película al cine, o sencillamente ve a dar un paseo por la playa. La finalidad principal de nuestra vida es ser felices y dicha felicidad se vuelve un hábito constante fruto de la suma de pequeñas cosas, así que disfruta, recuerda que tienes derecho a ello.

- Aliméntate bien, mantén una dieta equilibrada y saludable. Haz las cinco comidas diarias, bebe aproximadamente dos litros de agua al día, toma dos o tres tazas de té verde todos los días, cuida tu cuerpo.

- Cada día haz al menos un acto que tenga como finalidad hacer felices a los demás. Bien sea una palabra amable, ayudar a alguien de tu entorno, ceder el paso en un cruce para dejar paso a alguien cuando vas conduciendo, ofrecer tu asiento del autobús a otra persona, o hacer un pequeño regalo a un ser querido. Hay muchísimas posibilidades. Cuando se hace feliz a alguien tú también eres feliz y al mismo timpo se propaga ese sentimiento positivo, y entonces también las demás personas tratarán de hacerte feliz a ti. 

- Agradece todo lo que tienes, todos los días. Valora tus virtudes y ventajas todos los días. Te darás cuenta de que es más lo que tienes que lo que te hace falta. Y a lo mejor, analizando estos aspectos positivos sobre ti mismo, descubres que lo que piensas que te falta puede ser simplemente un capricho y que en realidad estás completo.

- No tengas envidia de las personas que son felices. En su lugar, sé feliz por ti mismo, es una elección y tienes el derecho a aprovecharla. Algunas veces las personas aburridas e infelices hacen daño a los demás. Es la responsabilidad de uno mismo mantenerse feliz internamente para así poder reflejarlo al exterior y conseguir un ambiente positivo de amabilidad y buen humor.

- Asegurate de descansar bien por las noches.  Dormir bien es algo muy importante, tu cuerpo y tu mente necesitan descansar, es algo prioritario.

- Haz lo posible para conservar tu equilibrio cuando las cosas no vayan según lo previsto. Encontrarse a uno mismo y aceptar que constantemente se siguen aprendiendo cosas de todo lo que se presenta en la vida, te ayudará a mantener la calma y tener bajo control tus estados de ánimo y tus reacciones. Hay que aceptar lo bueno y lo malo, permanecer en equilibrio. Esto tiene que ver con el equilibrio interior, la paz interior es un buen conductor de la felicidad.
  
- Haz ejercicio físico todos los días. Si no eres capaz de vencer a tus excusas para hacer deporte, al menos realiza algún tipo de actividad como por ejemplo caminar un mínimo de media hora al día.

- Rodéate de gente feliz  y prueba de aprender de ellos para lograr ser más feliz. Ten en cuenta que la felicidad es contagiosa.

- Sonríe más a menudo.