Lo que se debe hacer siempre es tomarse el tiempo que sea necesario para poder realizar el duelo por esa separación.
Lo primero que se suele hacer cuando hay una separación es negar lo que está pasando, no se quiere aceptar la separación, luego aparece el enfado y el dolor por lo sucedido e incluso, en algunas ocasiones, un sentimiento de culpabilidad por vivir dicha situación.
Al final se termina aceptando la separación y se logra superar.
La separación siempre resulta menos traumática y dolorosa si se da en buenos términos y de mutuo acuerdo.
La forma más sencilla de aceptar la separación es siendo consciente de que si la relación hubiera seguido adelante hubiera ido a peor, y en algunos casos, pensar que se pueden presentar más oportunidades también puede servir de ayuda.
Ciertamente, lo más posible es que a lo largo de la vida se presenten muchas más oportunidades pero no hay que forzar ninguna situación ni apresurarse, todo debe darse en su momento, hay que darse tiempo para madurar la ruptura y conseguir superarla adecuadamente.
Lo ideal es tomarse un tiempo para reflexionar para lograr aprender un poco más y así evitar volver a cometer las mismas equivocaciones.