Los pensamientos están directamente relacionados con los sentimientos y con las acciones, estos tres elementos interaccionan entre sí y se influyen mutuamente. Aprender a pensar de forma correcta y lograr cambiar los pensamientos negativos por positivos, sin duda ayuda a mejorar el bienestar y a conseguir un mayor éxito y satisfacción en el desarrollo personal.
Para cambiar los pensamientos negativos por pensamientos positivos primero de todo hay que empezar parándose a pensar y analizar los pensamientos negativos que se tienen para darse cuenta de que casi siempre suelen ser exagerados, generalizados, muy exigentes y además con tendencia a definir o categorizar a uno mismo de forma concluyente.
Los pensamientos negativos no son ni realistas ni saludables y hay que aprender a transformarlos en pensamientos positivos para poder aliviar e incluso revertir el efecto que éstos provocan hacia uno/a mismo/a.
Cuando tengas un pensamiento negativo prueba de hacer el siguiente ejercicio: simplemente piensa lo contrario.
Aunque
parezca algo muy simple o incluso absurdo, si se aprende a realizar este
ejercicio cada vez que un pensamiento negativo invade la mente, se está
aprendiendo a pensar de una manera más constructiva, saludable y
positiva.
Es probable que al empezar a hacer este ejercicio, cuando sustituyas un pensamiento negativo por uno positivo no creas en lo que dices, pero poco a poco y a medida que vayas repitiendo esas afirmaciones positivas a diario irás empezando a creer en ellas y se irá produciendo un cambio en tu actitud, te sentirás mejor y más capaz.
Si quieres dar un paso más, incluso puedes escribir el pensamiento negativo que te está martirizando y justo debajo del mismo escribir lo opuesto, es decir una afirmación positiva.
Aquí tienes algunos ejemplos:
1. Pensamiento negativo:
- Siempre me pasa lo mismo, nunca hago las cosas bien, soy un fracasado/a.
1. Pensamiento positivo:
- Cuando me esfuerzo y hago correctamente las cosas que me propongo tengo éxito.
2. Pensamiento negativo:
- Soy tan estúpido/a. ¿Por qué soy así?
2. Pensamiento positivo:
- Cometer errores es algo normal y me ayuda a seguir aprendiendo a mejorar.
3. Pensamiento negativo:
- Jamás lo conseguiré, no puedo afrontar esta situación.
3. Pensamiento positivo:
- Sé muy bien lo que tengo que hacer.
La formación de este tipo de hábitos es fundamental para aliviarse de las preocupaciones e influencias negativas que frenan y limitan las posibilidades reales de cada persona. Es recomendable practicar este ejercicio mental durante un mínimo de tres semanas para lograr interiorizar esta técnica y aprender a pensar en positivo de forma automática.
Al principio puede que sea un poco difícil pero lo único que tienes que hacer es aprender a aceptar tus propios pensamientos positivos y ponerlos en práctica.