Páginas

El sistema inmunitario y la ansiedad afectiva conyugal

Las preocupaciones y ansiedades sobre las relaciones íntimas parecen actuar como un factor de estrés crónico que puede comprometer el sistema inmunitario, según los resultados de una nueva investigación.

En el estudio, el equipo de Lisa Jaremka, de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos, pidió a parejas casadas que rellenaran cuestionarios sobre sus relaciones, y recopiló muestras de sangre y saliva de estas personas para medir sus niveles de una hormona clave asociada al estrés y las cantidades de ciertas células inmunitarias.

 La investigación se centró en la ansiedad por inseguridad afectiva conyugal. Las personas que son catalogadas en la parte más alta del espectro de este tipo de ansiedad se preocupan de modo excesivo por ser rechazados por su pareja, presentan una fuerte tendencia a buscar de modo constante demostraciones de que son amadas por su cónyuge, y son más propensas a interpretar como negativos los hechos ambiguos en una relación.

Los cónyuges con mayor ansiedad por inseguridad afectiva conyugal presentaban niveles más altos de cortisol, una hormona esteroidal que se libera en respuesta al estrés, y tenían menos células T (componentes importantes de un mecanismo defensivo del sistema inmunitario contra las infecciones) que los participantes con menor ansiedad por inseguridad afectiva conyugal.

Todo el mundo tiene este tipo de preocupaciones en alguna fase de su relación de pareja, pero se considera que una persona padece un nivel alto de ansiedad por inseguridad afectiva conyugal cuando experimenta estas preocupaciones de manera constante a lo largo de su relación, o relaciones, de pareja.

En la investigación también han trabajado Jan Kiecolt-Glaser, Ronald Glaser y William Malarkey, de la Universidad Estatal de Ohio, Timothy Loving, de la Universidad de Texas en Austin, y Jeffrey Stowell de la Universidad del Este de Illinois, en Estados Unidos.