Ser una persona asertiva no significa querer tener siempre la razón, sino saber expresar las propias opiniones y puntos de vista, sean estos correctos o no.
La asertividad es de gran ayuda para conseguir mostrar quien eres y como eres, aceptando la individualidad de los demás y respetando sus derechos, sentimientos y valores. De este modo se hace que las relaciones interpersonales sean más saludables y sea más sencillo abordar los conflictos, es decir, ser una persona asertiva facilita la plena convivencia con los demás.
- Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
- Derecho a ser escuchado y tomado en serio.
- Derecho a equivocarme y ser responsable de mis errores.
- Derecho a tener mis propias opiniones y valores.
- Derecho a tener mis propias necesidades, y que sean tan importantes como las de los demás.
- Derecho a experimentar y expresar los propios sentimientos, así como a ser el único juez de los mismos.
- Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.
- Derecho a protestar cuando se me trata injustamente.
- Derecho a pedir lo que quiero, dándome cuenta de que también mi interlocutor tiene derecho a decir "no".
- Derecho a intentar cambiar lo que no me satisface.
- Derecho a detenerme y pensar antes de actuar.
- Derecho a hacer menos de lo que humanamente soy capaz de hacer.
- Derecho a ser independiente.
- Derecho a decidir qué hacer con mi propio cuerpo, tiempo y propiedad.
- Derecho a sentir y expresar el dolor.
- Derecho a ignorar los consejos.
- Derecho a decir "no" sin sentir culpa.
- Derecho a mi descanso y aislamiento.
- Derecho a no justificarme ante los demás.
- Derecho a gozar y disfrutar.
- Derecho a tener éxito.
- Derecho a obtener aquello por lo que pagué.
- Derecho a superarme, aún superando a los demás.
- Derecho a no responsabilizarme de los problemas de otros.
- Derecho a no anticiparme a las necesidades y deseos de los demás.
- Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.
- Derecho a elegir entre responder o no hacerlo.
- Derecho a hablar sobre el problema con la persona involucrada y aclararlo, en casos límite en que los derechos de cada uno no están del todo claros.
- Derecho a hacer cualquier cosa mientras no viole los derechos de otra persona.
- Derecho a escoger no comportarme de forma asertiva o socialmente hábil.