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Consejos para superar un mal día

Todos tenemos días malos, y hay algunos que son mucho peores que otros. Un mal día puede ser inquietante y hacer que te sientas muy bajo de ánimos y te obsesiones por aquello que te ha ido mal. Aquí tienes siete consejos para ayudarte a mejorar el día, tanto si es bueno como si es malo:

1. No seas tan duro contigo mismo.

Es fácil machacarse a uno mismo cuando te das cuenta de que has cometido un error. Todos cometemos errores, y cometerlos es una gran forma de aprender sobre muchas cosas de la vida. Si aprendes de los errores y estás agradecido por ello, tu día será mejor y también lo será tu vida.

2. Toma un poco de aire fresco.

Si puedes salir a dar un paseo o sencillamente sentarte a tomar el sol, ve a por ello. Un soplo de aire fresco puede ayudarte a reducir la ansiedad o la depresión. A veces, cuando estamos molestos, contenemos la respiración más tiempo de lo que deberíamos, así que recuerda inhalar y exhalar profundamente. Relajarte y centrarte a ti mismo puede ayudarte a sobrellevar la situación.

4. Tómate el día como un reto.

Tomarse las cosas con un poco de perspectiva, diciéndote a ti mismo que ya has tenido días como este antes, por lo general hace que las cosas mejoren. Asumir que la situación es temporal te ayudará a hacer frente a lo que está pasando.

5. Llama a algún amigo que pueda necesitar un poco ánimo.

Pensar en otra persona ayudará a alejarte tus pensamientos de tus propios problemas, ayudar a un amigo te hará sentir mejor contigo mismo.

6. Haz alguna mejora en tu casa.

Arregla alguna cosa, cambia una foto de sitio, ordena un poco la casa. Pedirle a alguien que te ayude es una buena idea que hará que te sientas mejor y de paso tendrás alguien con quien hablar durante un rato.

7. Encuentra una película que quieras ver, y mírala esa noche.

No importa si vas a la cine o la ves en casa. La idea es que tengas algo que te despierte interés. Esto es útil para ayudarte a pasar el rato y distanciar tu mente de tus problemas, al menos durante un tiempo. Ve a dormir con la esperanza de que cuando te despiertes, verás las cosas de una forma más positiva.

Estas son sólo algunas maneras para tratar de mantener la perspectiva y facilitarte el día. Si sientes que realmente está siendo más duro de lo normal, puede ser una idea prudente encontrar a alguien con quien hablar de tu vida.