La felicidad, la de verdad, no es aquella que se alcanza a través de la euforia causada por una emoción fuerte sino más bien a través de la serenidad más absoluta. Cuando se alcanza dicha felicidad, uno se siente invadido por una agradable sensación de paz que da a entender que todo está en orden.
Aquí tienes cinco sencillos consejos que pueden ayudarte a sentirte en paz:
- Primero de todo, rodéate de amigos de verdad.
Aprende a ver la diferencia entre entre amigos y conocidos. Ambos tipos
de relaciones son importantes ya que aportan cariño y autoestima a tu
vida pero los amigos aportan un poco más de paz ya que, a diferencia de
los conocidos, puedes confiar más en ellos.
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La satisfacción en la vida no es la consecuencia de ganar un gran
sueldo, tener un puesto de trabajo importante o ser alguien muy
inteligente. La satisfacción surge de sentir gratitud por estar
aquí, ahora: por recibir cada día como un regalo. Para ello, prueba de
agudizar tus sentidos para así lograr apreciar las cosas buenas que hay
en tu vida y toda la belleza que te rodea.
- Superar el perfeccionismo
es básico para poder estar en paz contigo mismo. El perfeccionismo es
una carga insoportable que acarrea vivirlo todo como insuficiente e
imperfecto. En el trabajo, es importante marcarse plazos y cumplirlos.
En lo referente a las relaciones personales, evita las críticas
negativas y si te centras en los defectos, presta atención a los tuyos
en lugar de en los de los demás. Si buscas relaciones perfectas con
gente perfecta corres el riesgo de quedarte solo ya que estás buscando
algo que no existe.
- La fuerza de voluntad es el motor de la felicidad
porque gracias a ella las personas tienen la capacidad de perseguir sus
sueños. La voluntad tiene que ir siempre en consonancia con la razón,
por eso, toma el control y piensa profundamente acerca de tus
decisiones, aunque, de vez en cuando, escucha también esas intuiciones
que te vienen de forma inesperada.
- Saber diferenciar entre amor y obsesión
es fundamental para estar en paz contigo mismo dentro de una relación
de pareja. El amor aporta estabilidad, tranquilidad, ganas de vivir el
presente, ilusiones, fuerza y magia. Por otro lado, la obsesión te
envenena emocionalmente por dentro, causando enfado crónico y miedo a
todo. Busca la calma.
Sé consciente de que sentirse en paz tiene muchisimo que ver con ser coherente con lo que se piensa, se dice, se siente y se hace, por tanto, busca ese equilibrio y vive según tu criterio.